Medicina Digital
Preguntas y respuestas sobre telemedicina
Desde el grupo de nuevas tecnologías de la SEMI hemos elaborado este guía práctica en formato de Frequent Asked Questions (FAQ) para dar a conocer mejor los diferentes aspectos relacionados con la Telemedicina en el ámbito de la Medicina interna.
Acto médico no presencial que pone en contacto al paciente con el profesional sanitario, utilizando tecnologías digitales de la información y la comunicación (TICs).
- Tipos de teleasistencia según su objetivo: teleconsulta, telediagnóstico, telemonitorización, teleasistencia, teleformación, telerrehabilitación.
- Según la tecnología utilizada: telefónica, mail, videoconferencia, chat, mensajería dentro de la HCE.
- En función del interlocutor: médico-paciente, médico-médico, teleformación.
- Según el momento de realización: sincrónica (coinciden ambos interlocutores en el tiempo), asincrónica (no coinciden en el tiempo).
Atención del paciente crónico complejo durante episodios de agudización, hospitalización a domicilio, telemonitorización de constantes vitales en agudizaciones, videoconsultas con otros especialistas, resolución de dudas sobre tratamientos a pacientes crónicos (educación sanitaria) o prescripción electrónica. La clave de su uso es seleccionar la metodología y tecnología adecuada, en cada momento, según las necesidades del paciente y con su consentimiento. La telemedicina mejora la atención al paciente pero no entra en competencia con la consulta presencial sino que la complementa.
Todo paciente con competencia digital puede beneficiarse de la telemedicina. Para seleccionar al paciente con competencias digitales, se recomienda usar el cuestionario Cambados.
Personas con bajas competencias digitales no son candidatos adecuados para una consulta de telemedicina. Sin embargo, en la mayoría de los casos pueden disponer de un cuidador con competencias digitales suficientes para participar en programas de teleasistencia o teleconsultas de seguimiento que podrían evitar desplazamientos del paciente a su centro sanitario:
- Respuesta a la e-consulta de otros especialistas.
- Nuevos pacientes que se pueden evaluar sin precisar exploración física.
- Consultas de resultados.
- Revisiones periódicas de patologías crónicas estables
- Pacientes adultos mayores/ancianos con limitaciones para el traslado.
- Seguimiento intensivo al alta hospitalaria.
- Consultas individuales o grupales de capacitación a través de videollamada.
- Gestión de recetas electrónicas
- a) Información previa a la consulta: Informar de los requisitos técnicos necesarios para la consulta, aconsejar que tome notas y que lleve preparadas cuestiones durante la consulta, tiempo estimado de la consulta, tipología de la consulta, preparar la consulta revisando la historia clínica y las complementarias.
- b) Durante la consulta: identificarse, comprobar que se trata del paciente o su tutor, pedir el consentimiento para la consulta, comunicar mensajes de forma ordenada y de uno en uno, permitir que el paciente exprese sus dudas, comprobar que el paciente ha asimilado la información, revisar y consensuar los acuerdos y alertar sobre los posibles signos de alarma y modo de actuación.
- ¿Cómo se encuentra? ¿Hay alguna novedad en su clínica? ¿Desde cuándo? ¿Ha aparecido algún signo de alarma? ¿Ha tenido que acudir a Urgencias desde la última vez? ¿Se ha realizado alguna exploración complementaria? ¿Tiene alguna duda con el plan terapéutico? ¿Tomó correctamente su medicación? ¿Sigue unos hábitos de vida saludable? ¿Tiene alguna duda? ¿Ha entendido todo lo que hemos comentado? ¿Está de acuerdo con que la próxima visita se realice en formato de teleconsulta?
- La posibilidad de digitalizar cuestionarios estándares (como el cuestionario de Morisky-Green de adherencia a medicamentos, entre otros), simplifica la atención sincrónica, pudiendo disminuir el tiempo de la videoconsulta mientras se incrementa la calidad del acto asistencial.
Problemas de comprensión de la información médica relevante, empeoramiento clínico brusco, aparición de nuevos síntomas que precisen exploración física, signos de inestabilidad clínica o de evolución inesperada, necesidad de ingreso hospitalario o de atención en urgencias, necesidad de comunicar un mal pronóstico o malas noticias, situaciones que puedan generar ansiedad la paciente o a la familia, paciente nuevos con diagnósticos complejos, pacientes poco colaboradores.
Espacio tranquilo y que pueda mantener la confidencialidad, conexión a internet, ordenador con audio y vídeo, sistemas de seguridad que identifiquen a los usuarios, conexión a internet rápida y estable con suficiente banda, disponer de tutoriales y ejemplos, saber usar el software específico. Material audiovisual para explicar procesos clínicos. Dirección de correo electrónico corporativo. Sistema de mensajería para pacientes. Sistemas de consentimiento informado digital, prescripción digital, acceso a la historia clínica electrónica, solicitud digital de pruebas complementarias, agenda de citaciones digital. Servicio de soporte informático muy accesible.
Alfabetización adecuada en salud digital, gestión eficaz de la información sanitaria, habilidades en comunicación 2.0 (asertividad y empatía en teleconsultas), conocimiento de los aspectos éticos y legales aplicables a la atención remota.
Asistencia a los clínicos y pacientes en la preparación de la teleconsulta. Realiza llamadas previas para asegurar con el paciente una correcta visita telemática, resolver las dudas con los aspectos técnicos y ayudar a los profesionales con la preparación de la consulta (aspectos técnicos y administrativos).
Sí. Se han de respetar de forma escrupulosa las reglas y normas de confidencialidad, seguridad y secreto profesional. El paciente debe ser informado del servicio que se le presta, lo que incluye la identificación del profesional sanitario, y debe conocer estas condiciones, y tiene que autorizar y consentir ser atendido a través de Telemedicina.
- Reglamento General Europeo de Protección de Datos.
- Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
- Código deontológico de la Organización Médica Colegial. 12 de mayo de 2020. E-consulta en la Deontología Médica.
- Fortalezas: Experiencia durante la pandemia Covid-19; predisposición a desarrollarla por parte de los sistemas sanitarios; se puede llevar a cabo por diferentes profesionales y en diferentes espacios; mayor amplitud de horarios; medios técnicos disponibles en la mayoría de los centros; útil en diferentes niveles asistenciales.. Accesibilidad por el ciudadano, sólo precisa un móvil, tablet u ordenador de manera indistinta.
- Oportunidades: disminución de los tiempos de consulta; disminución de las barreras geográficas; ampliación de la cartera de servicios; aumento de la calidad asistencial; optimización de las vías clínicas; reducción de los costes de traslados; sostenibilidad ambiental; facilita la atención continuada y el seguimiento de los pacientes crónicos con dificultad de acceso; mayor cobertura; evita visitas a urgencias; disminución de riesgos en situación de pandemia.
- Debilidades: imposibilidad de realizar exploración física completa; falta de conocimiento entre los profesionales y confianza en el valor de la Telemedicina; falta de formación de pacientes; falta de interoperabilidad de sistemas TIC; necesidad de infraestructura digital; teleconsultas no integradas en el proceso asistencial; falta de un plan de humanización que incluya la Telemedicina; necesidad de más tiempo para la preparación de la videoconsulta; mayor riesgo en la toma de decisiones clínicas; necesidad de un informe al final de la consulta; ausencia de un marco jurídico desarrollado; descentralización en el sistema sanitario.
- Amenazas: población envejecida con escasa competencia digital; escaso compromiso del paciente; rechazo al cambio; deterioro de la relación médico-paciente; miedo a los problemas legales; miedo a que la reducción de profesionales sanitarios con el uso de las TI.
En la actualidad, la atención remota se centra en consultas telefónicas y e-consultas entre profesionales y se está instaurando de forma progresiva la videollamadas y otras formas de teleconsultas (Chatbot, web interactivas, etc.).
Reduce el tiempo de consultas, evita desplazamientos innecesarios de pacientes y profesionales, facilita la asistencia en zonas alejadas y reduce costes. Mejora resultados en salud si se integra en un proceso asistencial bien coordinado.
En nuestro país algunas sociedades científicas han desarrollado guías de telemedicina como la Sociedad Española de Cardiología o de la Sociedad Española de Endocrinología.
Los pacientes en general lo han valorado positivamente durante la pandemia al sentirse más seguros y reducción de riesgos de contagios. Los pacientes mayores o con brecha digital lo valoran como un retroceso en la accesibilidad al sistema sanitario.
Mujeres jóvenes, en edad laboral, con competencias digitales y patología crónica o seguidas por diferentes profesionales y especialidades.