Información para pacientes
Vértigo o mareo
Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.
Entendemos por VÉRTIGO, una alucinación de movimiento, una percepción de un movimiento que no existe, siendo más frecuentemente de rotación o de giro de nuestro cuerpo o del ambiente que nos rodea. Deriva de la raíz latina vertere, que significa girar. El principal problema a la hora de la identificación del síntoma es la dificultad por parte del paciente para explicar qué sensación percibe, pudiendo ser polimorfa del tipo inestabilidad, inseguridad de la marcha, sensación de pérdida de dominio del propio cuerpo, laxitud, vahídos, angustia.
El VÉRTIGO DE CARACTERÍSTICAS PERIFÉRICAS se expresa con: Crisis de vértigo de características rotatorias o de giro del medio. Inicio rápido o súbito. Suele estar asociado a cortejo neurovegetativo con sudoración, nauseas y vómitos, palidez cutánea, palpitaciones. Su duración aproximada es menor a dos semanas. Los periodos intercrisis son normales.Se pueden asociar a sintomatología del oído como a hipoacusia o acúfenos.
El VERTIGO DE CARACTERÍSTICAS CENTRALES, Puede no ser rotatorio, sino más bien sensación de inestabilidad, mareo, oscilación o dificultad de la marcha que le impide la deambulación. Se instaura progresivamente y suele ser permanente, sin períodos intercrisis. Puede estar asociado o no a cortejo vegetativo. La duración de las crisis es prolongada. Se puede asociar a sintomatología central como trastornos de conciencia, visión doble, disartria, desorientación, afectación de otros pares craneales, ataxia,...
Si el VERTIGO eres DE CARACTERÍSTICAS MIXTAS: mezcla características de los dos vértigos antes citados; así, puede iniciarse con características centrales, pero añadir crisis vertiginosas con giro de objetos y cortejo vegetativo.
Las características del vértigo periférico son claras, pero el vértigo central puede tomar cualquier forma. Por tanto, una posibilidad de clasificación seria limitarse a definir el vértigo periférico y el vértigo “no periférico” (todo lo que no tenga las características de vértigo periférico, es posiblemente central).
¿PODRÍA HABERLO EVITADO, O QUE DEBO DECIR A FAMILIARES O AMIGOS PARA QUE LO EVITEN?
Mediante la exploración otorrinolaringológica y neurológica se identifica con mayor facilidad el tipo de alteración que sufre el paciente. Analicemos las características de cada tipo de vértigo según sus causas . El VÉRTIGO POSICIONAL PAROXÍSTICO BENIGNO ( VPPB) supone la aparición de episodios de vértigo (Vértigo) de corta duración (Paroxístico) acompañado de cortejo vegetativo (náuseas y vómitos) inducido por cambios posturales (Posicional). Siendo una patología muy invalidante pero sin contemplar riesgo vital (Benigno). Aparece con mayor frecuencia entre la cuarta y sexta década de la vida, siendo más prevalente en el sexo femenino.
El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es el trastorno vestibular más frecuente y se estima que la prevalencia a lo largo de la vida en la población adulta es del 2,4 % mientras que la incidencia anual es del 0,6 %, pero tiene tratamientos muy efectivos a corto plazo.
Para diagnosticarlo ,los pacientes relatan el VPPB como un ataque de vértigo rotatorio de unos segundos de duración, precipitado por ciertos movimientos o cambios de posición de la cabeza. Los movimientos más comúnmente referidos son el giro en la cama, la extensión del cuello o la inclinación de la cabeza hacia delante. Los pacientes pueden identificar el lado afecto o un movimiento de la cabeza que desencadena los síntomas (por ejemplo, cuando se gira en la cama a la derecha, pero no a la izquierda, se precipita la crisis, lo que indica que el oído derecho está involucrado).
La crisis de vértigo dura 10–30 segundos, aunque algunos pacientes la perciben durante varios minutos. La razón de esta variación se debe probablemente a la sobrevaloración de la duración de las crisis que suelen realizar los pacientes. A veces presentan varias crisis separadas entre sí, que refieren como una sola crisis; otras veces los pacientes se refieren a las náuseas y el mareo o desequilibrio que persiste varias horas después de una crisis, lo que dificulta el diagnóstico. Aunque el 80 % refiere una sensación rotatoria, hasta el 47 % presenta sensación de flotación. Los episodios de vértigo ocurren durante varias semanas (23%) o durante el curso de un día (52%).
Algunos pacientes refieren cefalea, náuseas, mareo y, en numerosos casos, sensibilidad a los movimientos de la cabeza en todas direcciones. Además, muchos pacientes presentan ansiedad y pueden desarrollar conductas de evitación del movimiento que desencadena las crisis de vértigo.
La enfermedad se caracteriza por episodios de vértigo posicional de breve duración y se acompañan de movimientos del ojo que conocemos con el nombre de nistagmo y que en esta enfermedad muestra un patrón característico, que permite identificar el conducto semicircular que genera este nistagmo, ya que el eje de rotación del globo ocular es perpendicular al plano del conducto afectado. El diagnóstico y su tratamiento mediante maniobras posicionales forman parte de la actividad del Otorrinolaringólogo y se podría diagnosticar y tratar la afección en atención primaria.
El conducto semicircular posterior es la variante clínica más frecuente, aunque los conductos anterior y lateral también pueden afectarse. La etiología se atribuye a la aparición de fragmentos de estructuras procedentes del utrículo (parte anatómica del laberinto) y que penetran en los conductos semicirculares. La razón de su liberación y penetración es desconocida pudiendo encontrarse libres en el líquido y dentro del canal correspondiente (CANALITIASIS) o adheridos a la cúpula (cupulolitiasis), siendo lo primero lo más frecuente. Estos fragmentos, denominados canalitos, están formados por otoconias y material proteínico y modifican las propiedades hidrodinámicas de la endolinfa, que responde a desplazamientos de los canalitos y produce una estimulación de gran magnitud del neuroepitelio de las crestas ampulares. El diagnóstico de VPPB del conducto posterior se basa en la observación de un nistagmo posicional característico durante la prueba de Dix-Hallpike. El tratamiento consiste en una secuencia de movimientos de la cabeza y el tronco que permite la rotación del conducto semicircular posterior en un plano que desplaza de los canalitos desde el conducto al utrículo, donde se inactiva.
Actualmente se estima que el porcentaje de recurrencia anual es al menos del 15 %, y no existe evidencia de que la maniobra de reubicación de partículas pueda reducir las recurrencias a largo plazo pero sí poder frenar de nuevo la clínica.
¿QUÉ DEBO HACER PARA MEJORARME?
Todo paciente con clínica y/o historia de alteraciones del equilibrio precisa una valoración por parte del Médico de Cabecera pues, sin duda, el abanico de patologías médicas es amplio y la aproximación diagnóstica por parte del médico generalista es esencial. Es posible que este precise la colaboración del otorrino, él que podrá precisar mejor sus tipos y ofrecer tratamiento
¿CUÁL ES EL PRONÓSTICO?
La eficacia del tratamiento se ha demostrado en más del 90% de los pacientes aunque la historia natural del VPPB es poco conocida y el vértigo puede recurrir después de un tratamiento inicialmente efectivo.