Información para pacientes
Uveítis
Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.
1. ¿En qué consiste la enfermedad?
La uveítis es la inflamación de la úvea, lámina intermedia del ojo situada entre la esclerótica y la retina. La úvea aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, está pigmentada, y consta de tres estructuras: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La uveítis es una de las causas del ojo rojo. Suele acompañarse de disminución de la agudeza visual, de curso lento y progresivo y dolor. No produce secreciones externas lo que la distingue de otras causas de ojo rojo, como la blefaritis, conjuntivitis y el chalazión.
En la uveítis anterior, la mayoría de los ataques duran de unos pocos días a unas semanas finalizando lo síntomas con el tratamiento, pero es común que se presenten recaídas.
Determinadas patologías o infecciones suelen provocar la aparición de uveítis posteriores, las más comunes son toxoplasmosis, citomegalovirus y candidiasis.
2. ¿Podría haberla evitado? Como la presento ¿qué debo decir a familiares o amigos para que no la tengan?
La mejor forma para prevenir la aparición de la uveítis será realizar el tratamiento en el caso de que existiera una enfermedad subyacente para evitar su aparición. Y es que está comprobado que la uveítis es una de las patologías oculares más comúnmente relacionada con otras enfermedades del cuerpo, por lo que el tratamiento de estas patologías o infecciones ayudará a prevenirla.
3. ¿Qué debo ahora hacer para mejorarme?
Un ojo rojo que no se resuelve rápidamente, debería ser evaluado y tratado por un oftalmólogo, debiendo acudir al especialista incluso con carácter de urgencia.
Existen determinadas patologías o infecciones que suelen provocar la aparición de una uveítis anterior. Se debe realizar una historia médica completa y un examen ocular. Se pueden hacer exámenes de laboratorio para descartar infección o un trastorno autoinmunitario: por ej. esclerosis múltiple o la Espondilitis anquilosante, el síndrome de Reiter, la enfermedad de Behçet o la Sarcoidosis
4. ¿Cuál es el pronóstico?
En la uveítis posterior, la inflamación puede durar meses o años y puede producir daño permanente de la visión, incluso con tratamiento.