Información para pacientes
Parkinson
Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.
1. En qué consiste la enfermedad
El día 11 de abril fue elegido por la OMS Día Mundial del parkinson, en reconocimiento del médico inglés James Parkinson, que nació ese día en 1755 y fue el que la describió como “parálisis agitante”.
La enfermedad es un trastorno neuro degenerativo crónico que surge por la destrucción de causa desconocida de unas neuronas pigmentadas de la sustancia negra, que es una parte del cerebro situada en su porción más baja, lo que llamamos ganglios basales.
Rara vez aparece en antes de los cuarenta años pues habitualmente lo hace después de los sesenta, afectando ambos sexos. Suele aparecer afectando a unos dieciocho casos por cada 100000 habitantes, pero como la esperanza de vida de los afectos es casi normal, está presente en 1,5 % de los mayores de sesenta años, lo que equivale a afectar a ciento sesenta y cuatro de cada 100000 personas.
Su causa es desconocida, se ha relacionado con la vida en un ambiente rural, tal vez por el uso en el de herbicidas o pesticidas.
También se ha visto o que en determinadas familias hay varios afectos, y se ha intentado identificar los genes que podría condicionar la. Se ha hecho con los genes PARK, pero su presencia no aseguraba la enfermedad. Se han estudiado otras relaciones que posiblemente son estadísticas, pero no significan que haya conexión causa efecto.
Así es menos frecuente en los fumadores, pero tal vez porque los que lo hacen mueren jóvenes de enfermedades cardiovasculares o cáncer y no les da tiempo a desarrollar Parkinson.
También se ha dicho que el consumo de leche la favorece, y que las células dañadas lo hacen por estrés oxidativo, situación que podía iniciarse en el intestino y de él pasar a la sustancia negra y el sistema nervioso central.
2. Como se expresa
El daño de las neuronas descritas condiciona manifestaciones en determinados terrenos. Por ej. trastornos motores y sensoriales. Los enfermos suelen tener rigidez de los músculos, lo que se llamaba hipertonía, también temblor en reposo que se expresa en la cabeza y en las partes distales de las manos de forma que mueven los dedos como si hicieran bolitas o contarán dinero. El temblor no suele estar presente al hacer movimientos o al dormir. También tienen lentitud de los movimientos lo que llamamos bradicinesia, especialmente al iniciarls o acabarlos. Al ser rígidos sus músculos, por ej. en los brazos éstos los llevan flexionados y si el medico trata de extendérselos, consigue abrirlos a trompicones, lo que se llama fenómeno de la rueda dentada. Suelen andar despacio y con el cuerpo echado hacia delante y ocasionalmente, al caminar sufren “aceleraciones” con riesgo de caídas.
También tienen dificultados los movimientos finos, por ej. para abotonarse o escribir, y cuando lo hacen su letra es minúscula, muy pequeña (micrografía), y en ocasiones ilegible.
De igual manera suelen hablar bajito, lo que llamamos hipofonía, lo que no impide que produzcan mucha saliva (sialorrea). En ocasiones notan pinchazos o calambres en las piernas, sensación de frío o de calor. En ocasiones hay alteraciones de la olfación, huelen poco los olores de su entorno, lo que se llama anosmia. Este síntoma puede preceder en años a la aparición de los déficits motores.
También presentan alteraciones cognitivas y defunciones superiores. En ellos es frecuente la apatía, y también la depresión que puede estar presente en la mitad de ellos y que a veces se agrava con los tratamientos psicótropos, de igual manera tienen inquietud o ansiedad, pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, lentitud en pensamiento e incapacidad de realizar tareas complejas o varias de ellas a la vez. Como comentábamos, tienen agotamiento físico y mental y con frecuencia trastornos del sueño. En general no aceptan su estado y sus limitaciones les enojan. Menos veces pueden presentar manifestaciones psicóticas, tales como creer y ver cosas que no existen, lo que llamamos alucinaciones visuales.
También tienen alterados ciertos reflejos que tenemos todos, lo que llamamos disfunción autonómica. Por ej., les cae la tensión arterial al incorporarse, pueden tener estreñimiento, urgencia para la micción y sudoración.
3. Diagnóstico
Para mejorar ayuda un diagnóstico precoz, pero no tenemos un marcador que defina la enfermedad, hemos comentado que los genes no garantizan su presencia. La tomografía de emisión de positrones usa glucosa fluorada radiactiva, y si ésta se agrupa en el sistema nervioso, lo que llamamos areas calientes, y una actividad disminuida en los ganglios basales, esos hallazgos facilitan el diagnóstico. Pero puede confundirse con otras enfermedades que pueden causar síntomas parecidos. Es el caso del aumento del líquido que ocupa el cerebro, el líquido cefalorraquídeo y que es causa de la hidrocefalia normotensiva, en la que por otra parte no suelen aparecer temblores, que es fácil de diagnosticar mediante un TAC. En pacientes con múltiples factores de riesgo cardiovascular tales como hipertensión, tabaquismo o diabetes puede existir afectación de los vasos sanguíneos que riegan los ganglios de la base, produciendo síntomas parecidos al Parkinson, lo que se denomina Parkinsonismo vascular, fácilmente detectable por TAC o RNM .
4. Tratamiento
Para su tratamiento cada vez disponemos de mas fármacos que han conseguido que la esperanza de vida de los afectos iguale a la de los que no tiene la enfermedad, y que mantienen o mejoran discretamente la movilidad. Como la lesión de las neuronas hace que en ellas falte dopamina, en el tratamiento se puede usar levo dopa, pero se sabe que su presencia en la sangre no garantiza que entre en el cerebro, por lo que se han buscado otras vías, por ej. inhibidores de la MAO, la selegilina, amantadina y benzodiacepinas.
Si el tratamiento médico no es eficaz, en casos seleccionados, se puede acudir a otros procedimientos como colocar electrodos en la cabeza, que al ir enviando corrientes alternas hacen que disminuya el temblor.
También los neurocirujanos pueden actuar sobre ciertas zonas del cerebro, e incluso se ensaya con el trasplante neuronal, lo que es experimental.
En todos los casos son muy útiles los rehabilitadores y los logopedas, éstos en los trastornos del habla. También conviene que les aseguremos una vida tranquila, sin ansiedad y con sueño reparador suficiente.