Información para pacientes
Artrosis
Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.
1. ¿En qué consiste la enfermedad?
Los extremos de los huesos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular. La artrosis es una patología reumática en la que se lesiona el cartílago articular pudiendo aparecer el dolor. Dicho dolor es característico, pues se desencadena con el movimiento y mejora en reposo. Otros problemas que pueden surgir son la rigidez en esa zona, generalmente de unos minutos de duración y con tendencia a desaparecer al poco de iniciar el movimiento y, en algunos casos, episodios de hinchazón.
Es importante comentar que todos vamos a tener algún grado de artrosis, pues al igual que las canas, tiende a aparecer con la edad. Ello no significa que a todos nos tiene que dar problemas, pues depende de su severidad y de la localización, de manera que en muchos pacientes es tan sólo un hallazgo radiológico casual que nunca cursa con clínica.
2. ¿Qué podría haber hecho yo para no padecerla, y debo comentar a mis familiares y amigos para que no la padezcan?
Hay factores como la obesidad, la falta de ejercicio físico, antiguas lesiones traumatológicas mal curadas, el tabaco y algunas actividades laborales sobre todo aquellas que producen sobrecarga mecánica o el uso repetitivo de ciertas articulaciones que parecen relacionadas con el desarrollo de la enfermedad. Evitar todos ellos puede ayudar a prevenir o retrasar los síntomas. Así deberemos mantenernos en nuestro peso ideal, deberemos intentar realizar ejercicio moderado que nos ayude a mantener un buen tono muscular y que de esta manera carguemos menos la articulación y también deberíamos evitar posturas perjudiciales, como, por ejemplo, estar mucho tiempo arrodillados o cargando pesos.
Esta enfermedad no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que tienen una historia familiar.
3. De aquí en adelante, ¿qué debo hacer para mejorarme o curarme?
Seguir los consejos de su médico es importante. Si le han pautado algún medicamento, seguramente esté orientado hacia intentar aliviar el dolor y la inflamación que presentan los pacientes. Es importante que valoren si son bien tolerados o precisa una protección del estómago complementaria. Es importante que usted se comprometa a no sobrecargar las articulaciones, controlando su peso y las malas posturas. Debe realizar ejercicio moderado, de manera rutinaria, sin cansarse y sin que aparezca el dolor. No dude en preguntar a su médico los ejercicios más indicados, pues existen numerosas tablas que se le pueden proporcionar según las articulaciones afectadas y fáciles de realizar en su propio domicilio.
Las terapias llamadas alternativas -como la acupuntura, osteopatía, hierbas.- no han demostrado su eficacia científicamente, pero si desea emplearlas, consulte antes a su médico para evitar problemas.
Hábitos posturales:
Duerma en cama plana. Evite sentarse en sillones o sofás hundidos, y use sillas con respaldo recto, donde sus caderas y rodillas mantengan una posición natural y sus pies estén en contacto con el suelo.
Si viaja, intente parar y moverse cada 1-2 horas para prevenir la rigidez articular.
Según la articulación, existen trucos para aliviar los síntomas, por ejemplo, si su problema son las rodillas, el sentarse en sillas altas o con apoyabrazos le ayudará a levantarse de ellas con menos molestias, y si su problema son las manos, utilizar utensilios con mango ancho es mejor que aquellos que obliguen a cerrar más las manos. La rigidez también puede aliviarse aplicando algo de calor, por ejemplo, en el caso de las manos, sumergiéndolas unos minutos en el lavabo con agua templada.
Por último, no le de vergüenza el tener que usar un corsé un bastón, un andador o cualquier otro soporte ortopédico. Cuando se acostumbre a su uso, pueden ser grandes aliados y no querrá dejarlos.
4. ¿Cuál es el pronóstico?
Como ya hemos comentado, la artrosis es algo que todo el mundo a partir de cierta edad padece. En general, la fuerza y la habilidad pueden disminuir, pero el pronóstico casi siempre es bueno. Solo un pequeño grupo de pacientes presenta una mayor incapacidad debido al dolor y a la progresión de su enfermedad y requieren tratamientos farmacológicos a demanda o diarios e incluso otros tratamientos más agresivos como las infiltraciones o incluso la cirugía.